domingo, 25 de septiembre de 2011

Mis aspiraciones


Un día en clase un profesor nos puso estos vídeos, que me aportaron muchísimo. Considero que la creatividad no se fomenta lo suficiente en la escuela. Creo que es una parte de la inteligencia que nos ayuda a formar nuestra personalidad. Así pues, en mi opinión la sociedad en las escuelas obvian esta parte con la intención de que no pensemos por nosotros mismos. Los "talentos" son rechazados, los gustos personales son rechazados. Nos obligan a estudiar cosas que a menudo son innecesarias y se nos niegan nuestras propias motivaciones. Cada persona es diferente y tiene su propia inteligencia. Luego nos sorprendemos cuando hay tanto fracaso escolar.


En mi opinión es necesario un cambio educativo, y el mundo del arte y la creatividad tienen un gran peso. De una imagen, de un cuadro, de una fotografía, de una canción se puede debatir, opinar, pensar y educar. 






Después de haber analizado toda mi experiencia sé que pocas veces la clase de plástica me aportó algo, aun que realmente me pasa con muchas materias. Sin embargo mi familia sí que me motivó mucho. En conclusión, la escuela debería ser un mundo donde se apoyaran todas las inteligencias múltiples que tenemos para fomentar la autonomía de creación y usar el arte como una forma de aprender a pensar.



"Todas las personas tienen la disposición de trabajar creativamente. Lo que sucede es que la mayoría jamás lo nota."
Truman Capote

La ESO


La ESO, en mi opinión, fue la época en la que menos se fomentó la creatividad. Fui a un instituto público, en el que tampoco habían muchos alumnos. Al comienzo hacíamos manualidades. En una gran cartulina había un dibujo (por ejemplo, una playa) y teníamos que rellenarlo con objetos y materiales. De este modo, en la arena de la playa pegábamos arena de verdad. Después, como no, en las fechas concretas creábamos algo que tuviera que ver con ellas. También participábamos en algún concurso de dibujo.

Seguíamos con las figuras geométricas y el uso de muchos tonos de color.Usábamos lápices de colores, rotuladores o pintura.










También hicimos alguna que otra excursión a la biblioteca pública. Allí, acudía algún famoso dibujante gallego. Nos contaba su experiencia y hacíamos alguna actividad. Nos daba consejos e ideas. Recuerdo que una vez uno me hizo una caricatura, pero no sé dónde está.

Otra cosa que hacíamos a menudo era copiar dibujos. Por ejemplo, teníamos una escena de unas frutas en una bandeja y teníamos que copiarla. También la simetría.



Recuerdo 4º de la ESO mejor que el resto porque todo eran fichas fichas y fichas. Cada curso que pasaba empeoraba. Se centraba mucho en el dibujo técnico y en elementos de las matemáticas. Pero claro, todo depende de los gustos de cada uno. A quien le interesara seguro que le iba a gustar, sin embargo ese era un aspecto que se me hacía muy pesado ya que odiaba las matemáticas y no me parecía nada entretenido. Hacíamos las perspectivas: caballera, isométrica...; la mediatriz y bisectriz; las tangencias, polígonos regulares, octógonos, etc... Como se puede observar se me daba fatal.






Todos los días teníamos que llevar el material específico, que no me trae buenos recuerdos.


Personalmente, esta fue una de las facetas en toda mi educación artística que menos me aportó. Después de terminar la ESO, en el bachillerato no tuve esta asignatura.

Mi experiencia personal

En cuanto a mi vida personal, también tuve contacto con el arte. Mi madre lleva años pintando. Acudió muchos años a clases de pintura, y también las dio ella misma. Se pasaba todos los días pintando. Tengo mi casa llena de pinceles, pinturas... y sobre todo llena de cuadros por absolutamente todas las paredes. En cumpleaños, navidad... sólo tenía que regalar una obra suya.

Paisaje realizado por mi madre

"Coca - Cola" realizado por mi madre

Ella intentó motivar ese aspecto en mi y en mi hermana, y de pequeña recuerdo que pintábamos obras sencillas.

Pato dibujado cuando estaba en educación infantil
Un puente pintado por mi

Paisaje que realicé después de tener un sueño

Casa en el campo, por mi



También decorábamos las cristaleras con pintura para vidrio o vasos. Me gustaba dibujar. Sin embargo, fue un aspecto que no afloró demasiado en mi y que actualmente tengo abandonado.
Una de las cristaleras de mi casa
Vaso que decoré de pequeña



Mi hermano también sabe dibujar, para mi es un artista. Se dedicó tanto a cuadros como a ilustraciones.
Rosa, por Salvador Gestal

Aragorn, personaje de El Señor de los Anillos, por Salvador Gestal

Por Salvador Gestal

Fue la mejor nota del ciclo de ilustración que realizó. Tenemos la casa llena de aparejos para el ordenador para crear y dibujar, sin embargo yo no sé muy bien para qué sirven.

Una amiga mía estudia bellas artes. Trabajó muy duro para poder tener algo de reconocimiento. Y todo su esfuerzo surgió efecto. Tuvo una primera exposición en un hotel de Coruña. Cuando me comentó que fuera, le dije que sí. Cuando llegué, todo el mundo iba practicamente de gala y había hasta barra libre. Me quedé alucinada. Estaban sus obras expuestas. Más tarde, ha podido disfrutar de dos becas por España este verano, en las cuales eligen a muy poca gente, para poder seguir cultivando su don y su arte. Estoy muy orgullosa de ella y seguro que va a tener mucho éxito.
Por Arza Pardo

En una excursión que realicé en 4º de la ESO acudí al Museo del Prado. Debido a mis condiciones personales, nunca he viajado mucho y no he tenido la oportunidad de acudir a este tipo de lugares. Pero me gustó ver obras famosas de las que había oído hablar durante la ESO en Ciencias Sociales.
Las Meninas, de Velázquez


 Sin embargo, este año recibí una beca para viajar al extranjero y fui a San Diego (Estados Unidos). Allí viaje a los Ángeles y pude ver una playa llamada Venice Beach. Fue un lugar que me encantó porque había una mezcla de culturas impresionante. En cada esquina había un artista con arte callejero y moderno, con ideas hippies y progresistas. También murales por todas las paredes. Fue una experiencia muy enriquecedora que me marcó ya que es una realidad que sólo pude ver  allí.
Venice Beach




Mi experiencia en educación primaria

La etapa de primaria quizás no la recuerdo con mucho detalle. Acudí los seis años a un colegio público. Tengo el recuerdo de que siempre teníamos que comprar dos libros, uno era especial para el "dibujo" y otro de "recortar y pegar." Realmente los primeros años seguíamos haciendo "obras" muy sencillas, creativas. 
Trabajábamos los colores primarios y hacíamos sus mezclas.



Sin embargo con el paso de los años se nos fue complicando. Con recortables de cartulina formábamos aviones, figuras geométricas...


Hacíamos láminas en las que teníamos que rellenar el dibujo con puntitos con un rotulador. (“Puntillismo”) 

Se insistía mucho en las figuras geométricas, como el cuadrado, el triángulo, el cilindro, el cono, etc. Ésta era la parte que menos me gustaba. 




Recuerdo que hacíamos muchas manualidades. Por ejemplo, un portalápices con lápices viejos o latas. Creábamos tarjetas para San Valentín o el Día de la Madre. Recuerdo especialmente las cartulinas. Todas las semanas teníamos que comprar, así como el papel crapé. A veces hacíamos flores con ese papel, o decorábamos dibujos.

Regalo Día del Padre

Externamente a lo que dábamos en clase, por las tardes iba a una actividad extraescolar llamada Manualidades. Nuestro profesor era un pintor. Ahí hacíamos colages, cuadros, figuras con barro o yeso. Recuerdo un "cerdito volador" que hicimos con un pompón de lana. Sólo en esta aula aprendí a hacer pompones. Pintábamos camisetas sumergiéndolas en cubos con varios colores mezclados. Lo que más me gustaba eran los colages, ya que teníamos que usar revistas y podía recortar lo que más me atrayera. Luego lo juntaba como a mi me pareciese y salían cosas realmente graciosas. Quizá era una forma de expresar tu personalidad y tus inquietudes. También me gustaba realizar las figuras. Realmente estas clases eran muy manuales y creativas. Creo que éste tipo de ejercicios también se deberían realizar en las aulas de primaria, puesto que son motivadores y ayudan a florecer ese “don” que quizás tenemos dentro. Tengo un buen recuerdo con esta clase.


Mi expefiencia en educación infantil

No sé por qué, aún teniendo en cuenta que era pequeñita, la época de infantil es la que más recuerdo con fluidez y cariño. Éste lo cursé en un pequeño centro del pueblo, donde iba con todos mis vecinos. Eramos pocos y sólo habían dos grupos. Convivíamos todos en el edificio que realmente podría llamarse un "aula muy grande". Las actividades que realizábamos en cuanto a la educación plástica eran muy creativas y variadas. Están las clásicas que habremos hecho todos: usar el punzón, trazar una linea por puntos para realizar un dibujo, cortar siguiendo una línea, rellenar un dibujo, usar témperas, plastelina, pegatinas...




Para aprender las letras y las palabras dibujábamos su símbolo.

Usaba pegatinas para todo, me encantaban.


Hacíamos composiciones con diferentes materiales y texturas.


También usábamos mucho las temperas. Con ellas hacíamos dibujos con las manos, los dedos y en alguna ocasión incluso con los pies.


Pero recuerdo especialmente algunas actividades que llevábamos a cabo en fechas especiales, que eran la que más nos gustaban. Por ejemplo, en el día de la paz hacíamos un trabajo para conmemorarlo. Con diversos materiales, creábamos una paloma de la paz o hacíamos murales. También en el día de la madre. Eran trabajos en los que nuestras maestras nos dejaban libertad para usar y crear.



En carnavales, teníamos que fabricar nuestros propios disfraces. Recuerdo una vez que nos disfrazamos de “la noche” y “el día”, y otra en la que nos vestimos de muñecas y muñecos. Otras veces simplemente recortábamos caretas.



 En esta etapa recuerdo que teníamos libertad para hacer lo que quisiéramos. No seguíamos ningún “libro”, sino que simplemente teníamos materiales, nuestras profesoras nos guiaban y era algo más casero y productivo. Creo que esto era debido a lo pequeño que era el centro y a que nos conocíamos todos como vecinos.

Por supuesto, una actividad muy común era dibujar en las paredes de mi casa. Mi madre no paraba de regañarme.